viernes, 20 de noviembre de 2009

Y Si.....

y si así es?
Y si hoy me siento un poco triste, un poco húmeda un poco abrumada y melancólica.
Y si hoy tengo ganas de salir a caminar bajo la lluvia y fumarme un cigarrillo empapado por las gotitas que se resbalan como barcas en mis mejillas....Quien lo impedirá? Quien se atreverá a interrumpir el silencio en el que me habito mientras mis pies solo dialogan entre ellos sin un rumbo fijo?

Y si fuera un día soleado gritaría entre la selva de concreto donde ya nadie se escucha, donde todos ten ven pero no te miran, te conviertes en un ausente más entre tantos otros con las mismas ganas de comerse un pan de chocolate donde Rosita y mirar la ciudad respirar y moverse de un lado a otro en un eterno movimiento intermitente y devorador.

Y si así es?

Y si quizá me sintiera alegre creo que me montaría sobre mi bibicleta alada y conectaría el individualizador a mis pequeños y sordos oidos llenos de perfumes de esos que uno nunca recuerda donde los olió pero que se encuentran latentes en el recuerdo. Estiraría mis brazos a los costados y me robaría la suavidad con que el viento se posa en mi cabello mientras mis piernas agitan los pedales del aquí y ahora.

Ya no quiero escuchar tantos murmullos lejanos en mi cabeza que retumban desde una tierra blanca y fría, calmada y sin nada que ofrecerle al olvido que se niega a aparecer. La soledad parece perdurar en un eco sin regreso.
Mi soledad se estanca en los cunchos de una taza de café.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Dioses

Un vals electrónico hace que te busque sin querer entre la gente.

Nos hemos hallado en medio de la algarabía de sonidos que estallan en las caras, musas rojas de noche y plateadas de día, para vomitar de lado las soledades inquietas que se trepan como gatos en los balcones de Persia.

¿Dónde estabas? te pregunto, me miras y no contestas, no hay palabras ni pasos desentonados que nos rompan los latidos en las venas. Bienvenido el sonido de los toros y escorpiones, que penetran en las noches como esta hasta las profundidades de la locura, bienvenida la resonancia de gemidos de príncipes y doncellas, que nunca, se encontraron en los cuentos de hadas para hacer el amor con los dedos y los ojos. Pero mejor así, pienso, no pronuncies palabras que asesinen el silencio imperturbable del sabor a miel y fresas, prefiero seguir mirándote desde aquí adentro, donde sé, que sin que sepas nada de mi, conoces hasta los castillos tristes de mármol y centella que me habitan.

Caminas en busca de mi oído y te respondo con un dedo en los labios –El amor no existe, no insistas- y siento que contradigo con una mentira lo que me pasa por el medio del rojo músculo de hierro y tormenta. -Si el amor no existe, entonces dime ¿qué es esto?-, abres la mano para enseñarme el inicio del cosmos donde los besos de mar y suspiros lunares, son perseguidos por soledades con vendas en los ojos que juegan a la gallinita ciega, una soledad se acerca a mi y saca un revolver del bolsillo, apunta a mi pecho y dispara mil veces sin pensar en los segundos del tiempo, pero el disparo que más me ha dolido es el que se rompe en mi boca castigando mis palabras y me hace sangrar hasta la última hoja verde que se lee y se cierra en mis ojos. Inconsciente permanezco en el suelo. Ninguna persona de las que se encuentra alrededor nuestro se percata de lo sucedido, pues siguen allí riendo y conversando de limosinas y lingotes de oro. Por un instante bendigo mi muerte, pero un segundo después me doy cuenta que renazco entre el océano piel de tu ombligo aparentando ser árbol y gato. –El amor no es para humanos- dices logrando por fin susurrarme al oído. -El amor no es para humanos- repito con mi boca en tu nariz.

Margarita-Amarilla